sábado, 11 de mayo de 2013

1990, Jordi Pujol crea la ruta del nacionalismo

Este documento me ha llegado por casualidad y después de buscar su veracidad lo público casi como lo recibí. Solo he suprimido algún comentario de su creador y el titulo por la dimensión del original.
Josep Antich Valero, el hoy director de La Vanguardia, denunciaba hace 23 años en ‘El País’ al proyecto soberanista que defiende hoy en ‘La Vanguardia’.
En un artículo publicado en ‘El País’ el 28 de octubre de 1990, el hoy director del rotativo fundado por el españolísimo conde de Godó alertaba de que el Gobierno catalán tenía como estrategia la infiltración nacionalista en todos los ámbitos sociales y situaba a medios informativos, entidades financieras y la comunidad educativa como los objetivos de Convergència.
El artículo constituye un calco de la ‘hoja de ruta’ recorrida por los nacionalistas desde entonces y la explicación del por qué hemos llegado a la situación actual, gracias sobre todo a la colaboración de la casta política española y de la propia Jefatura del Estado. Esto es de lo que nos advertía el ayer periodista Josep Antich hace 23 años:
El Gobierno catalán debate desde hace un mes un documento que pretende ser el borrador del programa ideológico de Convergència Democràtica (CDC) para la próxima década, y que sirva de base para las elecciones autonómicas de 1992. La obsesión por inculcar el sentimiento nacionalista en la sociedad catalana, propiciando un férreo control en casi todos sus ámbitos -el documento propugna la infiltración de elementos nacionalistas en puestos clave de los medios de comunicación y de los sistemas financiero y educativo-, y las referencias a un ámbito geográfico -los Países Catalanes- que sobrepasa los límites del Principado, son algunos ejes del que viene a ser el Programa 2000 de los nacionalistas catalanes.
El documento, de 20 folios de extensión, equipara Cataluña a los Países Catalanes -entendiendo estos como el área de influencia de las comunidades catalana, valenciana y parte de sureste francés-, y sostiene que Cataluña es una “nación europea emergente”, una “nación discriminada que no puede desarrollar libremente su potencial cultural y económico”.
Desde esta perspectiva, los redactores del documento resaltan que la búsqueda de la soberanía hace imprescindible la “sensibilización ciudadana hacia el reforzamiento del alma social”, objetivo que persiguen las directrices dadas en el texto, entre las que se incluye la reforma del Estatut.
El documento propugna la configuración de una sociedad catalana de claro corte conservador, en la que tengan vigencia “Ios valores cristianos” y en la que se fomenten las “fiestas populares, tradiciones, costumbres y trasfondo mítico”. Una sociedad a la que se debe sensibilizar sobre la “necesidad de tener más hijos para garantizar su personalidad colectiva”.
Objetivos
Para cumplir sus objetivos, los ponentes no ocultan la necesidad de controlar a los educadores para que cumplan lo estipulado en la doctrina nacionalista. Se aboga, así, por “vigilar la composición de los tribunales de oposición” para todo el profesorado.
Asimismo, se alienta a “reorganizar el cuerpo de inspectores de forma que vigilen la correcta cumplimentación de la normativa sobre la catalanización de la enseñanza”. También se considera necesario “incidir en las asociaciones de padres”.
La voluntad de dirigismo queda de nuevo patente en el apartado relativo a los medios de comunicación: hay que “introducir gente nacionalista (…) en todos los puestos claves de los medios de comunicación”. También se postula “incidir en la formación inicial y permanente de los periodistas y de los técnicos de comunicación para garantizar una preparación con conciencia nacional catalana”.
El documento promueve la creación de organizaciones patronales, económicas y sindicales catalanas, y la conveniencia de diseñar “una estrategia para optar a los cargos directivos de las instituciones” financieras.
De igual forma, se propugna “incidir sobre la administración de justicia y orden público con criterios nacionales”, y revisar los mecanismos de acceso y promoción del funcionariado.
El Consell Executiu de la Generalitat ha abordado en las últimas semanas diferentes aspectos del documento y su presidente, Jordi Pujol, ha mantenido reuniones individuales con miembros de su Gobierno y con diferentes dirigentes de la coalición nacionalista. Pujol distribuyó un preborrador del documento a los miembros del Gobierno catalán al inicio de las vacaciones de verano de 1989 con el ruego de que lo leyeran y que, en septiembre, hicieran sus aportaciones.
Notas de Pujol
Poco o casi nada se volvió a hablar del asunto en un año. Hace dos meses, Pujol repartió el documento, que tenía novedades. A diferencia de la ocasión anterior, el presidente de la Generalitat solicitó que las aportaciones al documento se hicieran llegar con rapidez y pidió a los consejeros que lo distribuyeran entre los secretarios generales de los departamentos para que abordaran conjuntamente aspectos que les corresponden y propusieran iniciativas.
La génesis del documento se produce a partir de unas notas de Pujol. Aunque no tiene, aparte del presidente de la Generalítat otros padres, se sabe que han participado los consejeros Macià Alavedra (Economía), Joan Guitart (Educación), Joan Vallvé (Agricultura) y Josep Laporte (Sanidad), así como el secretario general de Convergència, Miquel Roca.
Mi comentario y mi cosecha:
Ahora Sr. Antich, su diario “La Vanguardia” ha eliminado de la Red una encuesta en la que se aseguraba que la doble identidad gana terreno. Encargado por el propio periódico, el sondeo realizado por Fedback daba como resultado que como primer grupo lo conformaba el 37,3% de los catalanes se consideraba tanto catalán como español en contra el 27,1% que sólo se siente catalán.
La noticia era eliminada poco después de ser publicada en la página web de ‘La Vanguardia’. Sin embargo, el buscador Google conserva todavía el enlace, por lo que en el historial del mismo sigue apareciendo. El enlace, eso sí, lleva a una página vacía. Bajo el título ‘La identidad mixta recupera espacio’, la información recogía los resultados del sondeo en plena ola independentista.
Según la encuesta, el 37,3% de los catalanes se identifica como catalán y español, el 27,1% se siente solo catalán, el 24,7% se siente más catalán que español, el 4,9% se considera más español que catalán y un 4,2% se siente únicamente español.
Tras conocer los resultados, ‘La Vanguardia’ decidía darle un pequeño espacio entre sus páginas de papel, completando así el sondeo sobre intención de voto, viabilidad de la independencia y el referéndum. Sin embargo, poco después optaba por eliminar la información de manera completa, en base a su línea editorial favorable en estos momentos a la secesión.
Un caso parecido al protagonizado este pasado martes por el digital e-noticies, que omitía las palabras en las que el jugador Andrés Iniesta reconocía que se sentía tanto catalán como español. La eliminación de este tipo de noticias corresponde a una campaña mediática catalana con la que se intentan avalar las ideas secesionistas de Artur Mas.
Gracias Sr. Antich, por demostrar su deslealtad hacia Cataluña. Antes lo denunciaba y ahora lo aplaude y se hace cómplice de sus actuaciones.
¿Piensa usted que con la Cataluña independiente, usted tendría su parte en la distribución del país?........Lo siento, pues debería de saber que ya hace tiempo que está repartido, solo les queda apropiarse del pastel.
Pero aunque esto sea real y los necios de Cataluña, que le leen y le creen, ahora seguro que dirán que es un montaje o que simplemente es un complot contra su institución. Veremos las reacciones del club de los necios.
Pero a poco que alguno analice lo que sucede en Cataluña, de la extrañeza de las pocas voces en contra el nacionalismo que se escuchan en los medios y de cómo son tratados los que así se expresan, podrán como mínimo preguntarse, si no son víctimas de una manipulación a doctrinante para beneficio solo de algunos pocos……. ¿Ustedes que piensan ahora?

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